Artista Independiente - Humberto Corral Morales

Humberto Corral Morales nació en 1976 en la ciudad de México; actualmente vive en Cuernavaca, Morelos.

Artista visual con un haber en distintas ciudades de la republica utilizando diversos medios como lo son: pintura, dibujo, ilustración. Autodidacta tanto en la grafica como en la música y la escultura; ha teniendo la necesidad de expresarse con distintos medios y materiales, haciendo así, de su trabajo visual una invitación al espectador a relacionarse con el arte con la utilización de materiales alternativos como en su caso son: café, vino, tintas, chiles secos, sal, etc. Pretendiendo con su trabajo demostrar que el arte esta al alcance de todos, también demuestra su interés por la recuperación de espacios emocionales dentro de el arte tratando de lograr un dialogo entre la estética y las manifestaciones emocionales y no siendo participe de el arte como medio únicamente decorativo.

Actualmente ha colaborado en revistas literaria aportando a ella poesía e ilustraciones para algunos textos, al igual que una publicación web de poesía y cuento desde el año 2005. Y cuenta con el proyecto de creación musical "Desorden Juana Gallo" evocando musicalmente las imágenes y texturas fílmicas con un sonido etéreo y minimalista.

También ha tenido colaboraciones como musicalizador de cortometrajes, al igual que la creación musical para escultura haciéndose parte de la obra con una intervención sonora, al igual que diseño grafico para diversos eventos y mercadotecnia del mismo como artista visual y musico.

Texto Galería Humberto Corral Morales.

Por: Javier Elizondo.

"Aquí los locos bailan, se les van muriendo las miradas porque no les llega ningún viento. Son pintura sin quererlo, retrato que se asfixia en soledad; solitarios que no aguantan el silencio por liviano, por ser el lenguaje de las sombras que, vanidosas, tratan de opacar al retratado por temor a oscurecerse ellas también.

Estos locos mendigan un cómplice. Miran desprotegidos a todo el que se posa frente a ellos, quizás indiferente, y le seducen, le arrastran entre un griterío absurdo –y callado, claro, por ser sublimes domadores del ruido innecesario –a estar enamorado de su propio amor a la desnudez. Están, pues, en absoluta negativa de compartir su posición privilegiada, su hermosa locura, pero son viles viciosos del ser deseo.

Estos temblorosos expuestos jamás han sido. No son escenas de ningún tiempo, nunca posaron en realidad y por eso están así de vivos; por estar exentos de Ser, representan la burla elegante de la nada a la que sirven religiosamente. El gesto deforme, los vestigios de sus historias inverosímiles, de canción, de bolero apolillado que les atormenta con cada mirada que los curiosea.

Huelen a humedad, es cierto; huelen a paredes, al perfume del encierro. Pero no están encerrados y ya; no podrían topar con un muro o, para el caso, depender de una puerta abierta para ser libres. Están encerrados en la libertad más absoluta, la más ensordecedora. Son huérfanos, hijos adoloridos del vacío; son pedantes porque no les queda de otra.

Resulta tierna esta manera de exponerse en la que son líneas, óvalos, blancos, negros, lápices o tintas, papel, párrafos, entrecomillados; y no resulta ofensivo, no son posmodernidades, simplemente resulta tierno.

Así que pase y míreles bien que es favor contra favor."