Las ultimas palabras de personajes famosos

Mucha gente es capaz de resumir toda su existencia en su frase de despedida de este mundo. He aquí algunas de las últimas palabras de gente famosa:



“Amigos, aplaudid, la comedia ha terminado” (Beethoven)

“Ya he cumplido mi misión aquí” (Albert Einstein)

“Me han dado” (John Lennon)

“Muero como he vivido, por encima de mis posibilidades” (Oscar Wilde)

“Lo quisimos todo y lo conseguimos, ¿no es verdad?“ (Marlene Dietrich)

“No llores, a mí me va a ir mejor y prepararé para ti un lugar en el paraíso celestial” (Bob Marley, antes de cerrar definitivamente los ojos mientras le tomaba la mano su compañera Cindy.)
“Me he bebido 18 vasos de whisky puro. Creo que es todo un récord” (Dylan Thomas)

“Amaos los unos a los otros” (George Harrison, primera guitarra de The Beatles)

“Apaguen la luz” (Theodore Roosevelt)

“Clemente, y tú también Felipe, traidores a la palabra dada, ¡os emplazo a los dos ante el Tribunal de Dios!… A ti, Clemente, antes de cuarenta días, y a ti, Felipe, dentro de este año…“. (Jacques de Molay, ultimo maestre de la Orden del Temple, mientras era quemado en la hoguera. Lo curioso es que la maldición o profecía de Molay se cumplió. A los treinta y tres días de la ejecución de los templarios, moría el Papa Clemente V en el castillo de Roquemaure, posiblemente envenenado; y el rey Felipe IV de Francia, nueve meses después misteriosamente mientras cazaba.)

“Dejadme ir a la casa del Padre” (Juan Pablo II)

“Déjenme morir tranquilo; no voy a vivir mucho tiempo” (George Washington)

“Dios mío, ¿qué pasó?” (Diana Spencer)

“¡Dispárame en el pecho!” (Benito Mussolini)

“¡Luz, más luz!” (Johann Wolfgang von Goethe)

“No” (Alexander Graham Bell)

“¿Por qué no?, despues de todo le pertenece” (Charlie Chaplin)

“¡Qué gran artista perece (conmigo)!” (Nerón)

“¡Qué pena morir, cuando me queda tanto por leer!” (Menéndez Pelayo)

“Se abrirán las grandes Alamedas” (Salvador Allende)

“Sé que has venido para matarme. Dispara cobarde, que sólo vas a matar a un hombre” (Che Guevara)

“Señor, ayuda a mi pobre alma” o “Que Dios se apiade de mi pobre alma” (Edgar Allan Poe)

“Tengo un terrible dolor de cabeza” (Franklin Delano Roosevelt)

“¿También tú, hijo mío?” (Julio César)

“Vete… estoy bien” (H. G. Wells)

“Discúlpeme, señor” (María Antonieta, cuando se aproximaba a la guillotina, condenada a ser decapitada por traición, tropezó accidentalmente con el pie del verdugo.)

“¡Es absurdo!… ¡Esto es absurdo!” (Sigmund Freud)

“Crito, le debo un gallo a Asclepio” (Sócrates)

“¡A mí, mi querida amiga!” (Jean Paul Marat)

“Ocho horas con fiebre, ¡me habría dado tiempo a escribir un libro!” (Honore de Balzac)

“¡Todo es tan aburrido!” (Winston Churchill)

“Todas mis posesiones por un momento de tiempo” (Isabel I de Inglaterra)

“No le dará ningún trabajo: tengo el cuello muy fino” (Ana Bolena, ex-esposa de Enrique VIII)

“Francia, el ejército, la cabeza del ejército… ¡Josefina!” (Napoleón Bonaparte)

“Per Catalunya!” (Lluís Companys)



que les parece¡¡¡